Lyrica

lunes, 22 de agosto de 2016

Lyrica


Lyrica

Corregido y con nuevo título



Aun dormida, sumida en la inconsciencia puede sentir su execrable presencia, su abominable ignominia.

Un indescriptible horror invade mi cuerpo cada vez que recibo su visita. Viene y se esconde tras las cortinas. Esta noche volvió a penetrar en la intimidad de mi habitación, y está allí parado, sólo observándome, ojos vidriosos obstruidos de pura maldad. Sombra negra sin formas, sin rostro, sin identidad, desconocida para el mundo más no para mis ojos, que habituados a su presencia ya no se sorprenden al verlo, más mi corazón sobresaltado se encarga de advertirme del peligro latente.

Dios o demonio, o como quiera que le llamen en el infierno en donde habita ¿Qué buscas en mi habitación?

¡Quisiera correr!, pero ¿a donde iría?

¡Quisiera gritar!, pero ¿quien escucharía?

¡Quisiera enfrentarlo!, pero ¿Cómo podría vencerlo?

¡Rezo!, pero hoy dios no me escuchará



Estoy a merced de la bestia, tan pequeña, frágil e indefensa, presa fácil para cualquier cazador. Soy la presa y él el cazador, es el terror y yo soy el miedo, miedo que exhala cada poro de mi piel, al percibir el olor y se excita, por que mi miedo es su alimento, y ya nutrido de el sólo espera el momento ideal para lanzarse al ataque. Pero primero juega conmigo, como un gato jugando con su bola de estambre, me atrapa, me suelta, me lanza al aire, me aleja y me vuelve a atrapar, salta en mi pecho aprisionándolo, cortándome la respiración, haciéndome casi perder el sentido, al borde de un ataque de histeria tiemblo, muero lentamente, cada uno de mis órganos se desgarra de miedo. El intruso sólo ruge, rugido acompañado por el intolerable ruido del trueno nocturno, tal parece que esta noche hasta los dioses están en mí contra, entonces ¿para que rezar?, para que pedir protección a un dios que hoy me ha abandonado.

Sin quitarle la vista de encima al intruso, vigilando cada uno de sus pasos, busco en mi mesa de noche, volteo un vaso de agua que luego rueda y se hace pedazos en el suelo, un frasco de pastillas azules también caen, abriéndose y dejando escapar las grajeas que revotan como canicas en el piso. Sonriente el intruso muestra una diabólica media sonrisa, muestra sus colmillos, afilados cuchillos que desprenden de la comisura de sus labios, un haz de luz se escapa de sus ojos, luces aureolas que hipnotizan, brillantes como hilos de lava ardiente, y mi corazón desatado en un frenesí de latidos opacan el tictac del reloj. ¡Para que escucharte tiempo!, si tus segundos parecen minutos, tus minutos horas, tus horas días, y tus días años.

Pero el tiempo es mi único aliado en este momento, ahora será para el resto de mi vida me mejor amigo, mostrándome que el no pasa en vano, se acerca el amanecer, los rayos del sol entran incólumes por la ventana, y sólo así el intruso se va. Pero regresará, esta, así como todas las noches regresará, de eso puedo estar totalmente segura, porque la bestia propiamente dicha no existe más que en mi propia imaginación y eso es lo que la hace más peligrosa.

Nota: Lyrica es un medicamento utilizado en tratamiento de epilepsia, dolores neuropáticos y trastornos de ansiedad, por sus propiedades analgésicas, anticonvulsivantes y ansiolíticas. Que entre otros efectos secundarios puede causar, mareos y somnolencia diurna, trastornos de visión, fiebre y en casos más graves pensamientos o comportamiento suicida. En el año 2015 un grupo de estudiantes británicos hizo una campaña para prohibir el medicamento, argumentando que los efectos secundarios del mismo se estaban presentando con mucha frecuencia, incluso en pacientes que tenían entre 5 meses a 1 año de usarlo, y los mismos efectos secundarios suponen peor cura que la misma enfermedad.