Pregúntale a Charlie (Leyenda urbana)

lunes, 22 de agosto de 2016

Pregúntale a Charlie (Leyenda urbana)


Pregúntale a Charlie (Leyenda urbana)


Ellos lo tomaban como sólo un juego, yo cada día los miraba en las horas de receso, sentarse juntos en una esquina, jugar con los lápices, hacer preguntas a aparentes amigos imaginarios, y reaccionar sorprendidos y asustados.


Al principio nunca entendí de que se trataba el juego, que era lo que hacían en esa esquina, pero lo que si notaba y con gran preocupación es lo exaltados que estaban los niños después del recreo, estaban como asustados, todo ruido los sobresaltabas, en sus ojos se podía notar una expresión de terror, y todo debido a aquel extraño y aparentemente inofensivo juego, juego que de seguro, algo mágico debía tener, como era posible, yo sé que los tiempos cambian, en mis días de estudiante los niños se divertían jugando a las carreras, a la pelota, al escondite, ha pasado bastante tiempo de eso, ahora me desempeño como maestra, casi toda mi vida me he relacionado con niños, y es difícil explicar porque un grupo de niños preferían quedarse en el salón, sentados en una esquina, jugando con lápices.

La situación me tuvo intrigada por mucho tiempo, hasta que escuché las historias acerca del juego, precisamente de una de las niñas que antes jugaba pero que ahora se negaba a hacerlo según ella, porque algo la seguía, entraba en su habitación en la noche, y la acosaba pidiéndole que matara a sus padres. El juego en cuestión pretendía ser una especie de ouija moderna, con lápices los niños trataban de invocar el espíritu de un niño asesinado por sus padres que ahora se comunicaba a través de juegos con lápices con ellos.


El juego consistía en lo siguiente, se tomaban un pares de lápices, y se colocaban en cruz sobre un papel dividido por dos líneas también en cruz y en cada cuadro resultante se coloca la palabra “si” y “no” de tal forma que de cada palabra quede un par, luego se invocaba el espíritu del demonio Charlie diciendo “Charlie estas allí”, los lápices se mueven en dirección a “si” lo que significa que Charlie ha sido invocado exitosamente, y se procedía a hacerles preguntas, según contaba la niña los lápices se movían solos, Charlie estaba presente en el salón, por una extraña razón el espíritu sólo podía ser invocado por niños.

Una tarde en vista de la excitación de algunos niños, en vista del terror que le provocaba el asunto a Dina, la niña que ya no quería jugar a “pregúntale a Charlie”, cuando llegó la hora de recreo, me escondí tras las paredes y por unas aberturas de la misma empecé a ver el desarrollo del juego, en ese momento tras las preguntas de uno de los niños, estoy segura de haber visto como los lápices se movían solos, hacia la palabra “si”, algo que significaba una respuesta afirmativa. Mi sorpresa fue enorme, y desde ese día me dediqué a investigar sobre el juego y sobre Charlie. Descubrí entonces que Charlie es un juego inventado por no se sabe que mente perturbada, tomando como base una trágica historia que sucedió hace casi 20 años en una zona rural de California, en donde un niño fue asesinado por sus propios padres, el niño llamado Charlie jamás aprendió a hablar, era mudo y se comunicaba con sus padres a través de lápices, señalando que “si” o ”no”, uniendo o separando los lápices, pero los padres de Charlie lo acusaban de haber algo malo dentro de él, decían que por las noches, lo escuchaban hablar, con un ser imaginario, decían que estaba poseído, y terminaron en un ataque de locura ahogándolo en la tina de baño, mientras le preguntaban ¿aún lo ves?, y el niño respondía afirmativo uniendo los lápices, segun se cuenta era el mismo demonio Charlie, el que ahora se invoca a través del juego que se comunicaba con el niño. Lo más sorprendente de todo es que la historia es real, ha sido reseñada en periódicos locales de california, y escuetamente en reseñas de periódicos internacionales.

Los niños realmente no saben medir las consecuencias de sus actos, ni mucho menos medir el peligro que ciertas cosas representan, jugar con espíritus a si sea a través de lápices, es muy peligroso, la ouija, invocaciones, el mismo “pregúntale a Charlie”, son rituales que realmente me aterran, hasta el día de hoy le tengo prohibido a mis estudiantes jugar ese tipo de juegos, aun así veo con gran preocupación como el juego a crecido entre alumnos de todas las edades.

Una tarde por curiosidad le pregunté a uno de los niños que, que era lo que habían preguntado el día en que los lápices se movieron, aparentemente solos, y la pregunta que habían hecho era ¿has ido a nuestras casas?, y Charlie había respondido que “SI”.

Redactado por: Niccolle Truelove, a partir de las vivencias de Dayana Torres, maestra de la escuela “Francisca Soriano” de Buenos Aires. Si te gustó la historia y la quieres colgar en tu web, blog o compartirla en las redes sociales, se agradece los créditos correspondiente.